viernes, 5 de junio de 2015

Ortorexia





Ortorexia u ortorexia nerviosa es un término acuñado por Steven Bratman para calificar como trastorno alimentario la obsesión patológica por comer comida considerada saludable por la persona, lo que este doctor estadounidense sostiene que puede llevar a la desnutrición, incluso a la muerte.





Bratman describe la ortorexia como una obsesión perjudicial para la salud como el trastorno obsesivo-compulsivo, con lo que el paciente considera alimentación saludable. El sujeto puede evitar ciertos alimentos, como los que contienen grasas, conservantes, colorantes artificiales, y tener una mala alimentación. Bratman afirma que "la desnutrición es común entre los seguidores de las dietas de comida saludable.







Se estima que el 28% de la población de países occidentales, donde los más afectados son los jóvenes y las mujeres, padecen de Ortorexia.






Las personas que empiezan a sentir los efectos de este trastorno alimenticio tienden a limitar el consumo de ciertos alimentos, como son las carnes rojas, huevos, azúcares, lácteos y grasas, agravando después los síntomas hasta conducir al aislamiento social, ya que el individuo afectado tiende a sentirse superior por el nivel de vida alimenticio que lleva, comparado con el de alguna otra persona.





Estas personas se preocupan más por el tipo de alimento que consumen, en lugar de ser conscientes de la importancia que tiene una comida en el día a día del ser humano. Dedicando a organizar su dieta y planificar con bastante tiempo de sobra lo que consumirán en el día; se desplazan grandes distancias para conseguir alimentos especiales o puramente ecológicos, los pesan, analizan sus componentes y abandonan sus actividades diarias para poder llevar a cabo su patológico modo de vida.





Según ha explicado el nutricionista y naturópata del Instituto Médico de la Obesidad (IMEO), Rubén Bravo, este efecto puede incrementar en los próximos años, ya que la sociedad actual "tiende a los extremos" y las personas o se cuidan en exceso o no se cuidan nada "y tienden a la autodestrucción con la comida como ocurre con la obesidad". En el ámbito psicológico, Bravo explica que suelen presentar "niveles altos de dopamina y niveles bajos de serotonina, lo que hace que tengan un exceso de euforia combinado con niveles de ansiedad altos". Y a nivel fisiológico puede suceder tanto que presenten un exceso como que sufran un déficit de vitaminas.






Los síntomas y consecuencias de la orthorexia nerviosa pueden incluir obsesión con la alimentación saludable, desnutrición, y la muerte por inanición. Las personas que padecen esta enfermedad suelen tener distintas concepciones de diferentes tipos de alimento. Los productos que contienen conservantes o aditivos alimentarios suelen ser considerados "peligrosos", los alimentos producidos industrialmente "artificiales", y los producidos biológicamente "saludables".




Los pacientes suelen tener deseos fuertes y hasta incontrolables de comer cuando están nerviosos, emocionados, felices, ansiosos o con remordimiento.






Ya sea en busca de una cura para un trastorno específico, o simplemente excediéndose en su preocupación por llevar una alimentación sana, los ortoréxicos desarrollan sus propias reglas alimentarias. Para seguir el régimen, estas personas hacen prueba de una gran fuerza de voluntad, pero si rompen los votos sucumben a la tentación de los alimentos prohibidos, se sienten culpables y corrompidos.






Este comportamiento es similar al de las personas que sufren anorexia o bulimia nerviosa, sin embargo, los anoréxicos y bulímicos se preocupan por la cantidad de comida que consumen, mientras que los ortoréxicos se obsesionan con la calidad de la misma.






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